El paisaje de Monegros no solo ofrece zonas esteparias únicas en Europa, sino también una serie de elementos de interés que pasan desapercibidos para el visitante. Desde los altos relieves de Alcubierre (San Caprasio, 811 m) y sus casas-cueva, hasta los Montes Oscuros (de sabinas centenarias), pasando por los Montes de Alfajarín con sus bandadas de avutardas o sisones, hasta las saladas de los sasos de Osera o Pina de Ebro, en transición hacia el complejo endorreico Sástago-Bujaraloz.
Las rutas ofrecen conexión con diversas Zonas de Especial Conservación, como las mejanas y sotos del Ebro, las estepas de Monegrillo y Pina, o los galachos y meandros del río Ebro, pero también con los montes de Perdiguera y Lanaja o los profundos barrancos yesíferos de La Puebla de Alfindén y Villafranca de Ebro, que se precipitan en forma de tollos bien encajados hasta la Depresión del Ebro.